Cuando la luna es un espejo
en el azul
de la noche
Llamo los duendes
a cantar
poesías
Desplegar sus alas
Volar junto al viento
abrazar
vivencias
encerradas en
hiedras que ahondan ladrillos
de
barro y arena
Un sapo* salta
sin hacer ruido
para no despertar
los muertos
que aun viven
silencios
Afuera, el río
salpica sus aguas
bendice nostalgias
que besan los senos marchitos
de amor y distancias
Los percibo
abrir y cerrar
ventanas
corretear
por el patio
encender bengalas
con sus manos mágicas
recostar ensueños
en la manta rosa
del viejo lapacho
Myrtha milella
16 agosto
2011
* el sapo Totito de la casa.