jueves, julio 27, 2006

La noche de los vientos


Pétalos de vientos azules se filtraron por al ventana aquella noche de grillos, y la despertaron de un largo letargo.

Ella, una mujer sola, inerte de pasiones, yacía en su
cama fría y desolada de sueños

La brisa rozó su rostro y un despertar tibio
acarició su piel ajada, golpeada de amores, sacudida por la vida.

Se incorporó lentamente, corrió el visillo de seda de la ventana, arrugado y gastado como las aristas de su alma.
Miró a través de los vidrios opacados, un cielo que
comenzaba a destellar.

Se preguntó cuánto tiempo hacia que miraba sin ver, escuchaba sin oír,

respiraba sin saber que existía.


Se buscó en el espejo de sus hemisferios y se miró, allí estaba, envuelta en sombras, en interrogantes sin respuestas, en túneles sin salidas.

Desplegó los cobijos que cubrían su cuerpo blanco, sin soles, deslizó sus piernas largas y fina fuera de la cama y se incorporó sostenida por su propio silencio.

Afuera, un domingo de campanas llamaban sin apuros.

Atinó asomarse al día, donde una alondra la recibió con su trino, abrió los brazos

que parecían alas rotas, apretadas de tanto tiempo, y miró, por primera vez miró,

atravesando las esteras pesadas de sus ojos.

La alondra remontó vuelo y se perdió junto a los vientos.

Un otoño nostálgico despeinó sus cabellos y estremeció su cuerpo,

así...despertó a nueva, soplando las cenizas de la espera,

abrazada a los sueños redentores.

Myrtha Milella

2006

2 comentarios:

Unknown dijo...

Nostalgia en tus líneas, la mujer y su esencia; la mujer y sus interrogantes; la mujer y su salida; la mujer y su análisis; su descubrir en vida.. y en otoño... Te recuerdo con admiración, Julia (Desde el Perú, en sus Fiestas Patrias)

Martha Ferrari dijo...

Imposible no corresponder con interesada lectura a tus inspirados poemas.Tras ellos es grato descubrir a la sensible mujer que los escribe.

Te felicito

Martha Ferrari